Entre las múltiples estrategias de las grandes empresas para generar mayores beneficios económicos se encuentra la “herramienta” de los grupos de presión. Que si bien suele ser cuestionada a nivel del público en general, para los inversores suele convertir a esa compañía en una oportunidad interesante. Creo que comentar mediante un ejemplo concreto esta situación me va a permitir dejar más en claro las explicaciones. Por lo que decidí tomar como caso concreto el de la empresa Uber, aprovechando las recientes noticias sobre las presiones y el lobby en su entrada a Europa.
De acuerdo a los correos filtrados por el exdirectivo de Uber, Mark MacGann, el presidente de Francia Emmanuel Macron favoreció a la empresa Uber $UBER desde el Ministerio de Economía francés en 2014 y 2015. La empresa de transporte privado estadounidense eligió Francia como el primer país para entrar en el continente europeo. Al comienzo, le fue difícil ya que tanto el estado como diferentes manifestaciones sociales no aprobaban la forma de trabajo de la empresa.
Según la prensa, se suministraron textos de enmienda con la solución lista para que Uber las transmitiera a los diputados con los que tenía relación y estas fueran aprobadas. Como ministro de Economía y Asuntos Digitales, Macron se reunió con el CEO de Uber, Travis Kalanick, y lobistas como MacGann el mismo día de aprobación de la ley. Estos encuentros se produjeron hasta 17 veces en el primer año y medio de Macron como ministro. En octubre de 2015, Uber escribió a Macron para pedirle que les ayudara con la policía de Marsella, que había prohibido su actividad. El entonces ministro prometió una "implicación personal" y a los tres días la policía cambió de decisión. El equipo del presidente Macron ha admitido también haberse reunido con otras empresas tecnológicas como Google, Amazon, Netflix o AirBnb, pero no ha querido ceder actas de dichas reuniones a la prensa francesa.
Lo más preocupante, es que las filtraciones muestran mecanismos de Uber en todo el mundo para incitar a la violencia en protestas contra su entrada en los diferentes países y apuntan a que se realizó espionaje sobre ciertos funcionarios públicos. La empresa habría seguido al juez español que ordenó el cese de su actividad en 2014. También los correos publicados dan a entender que se ejercieron presiones sobre Joe Biden durante el foro de Davos, cuando era vicepresidente estadounidense. A raíz de las filtraciones, la empresa también ha reconocido haber desarrollado herramientas que bloqueaban el acceso de distintos gobiernos a su información sobre usuarios, empleados y beneficios, y que pudo hacerlo gracias a su relación con India, Canadá y otros de la Unión Europea.
"Estoy muy orgulloso. Es muy difícil crear empleos sin empresas ni empresarios. Lo haría de nuevo en el futuro", declaró Emmanuel Macron acerca de los “archivos Uber”. La actual ministra para pequeñas y medianas empresas, Olivia Gregorie, ha defendido que Macron estaba "haciendo su trabajo" al reunirse con los lobistas de Uber.
Hasta aquí el resumen de la situación, ya que no me interesa tanto el caso particular sino los hechos que no son exclusivos de este caso. Creo que antes de sacar conclusiones sobre cómo afecta esta noticia a la empresa a la hora de invertir, hay que tener en cuenta algunos puntos interesantes de la situación. En mi opinión, principalmente se trata de analizar si existe posibilidad de que esta mala imágen de la compañía afecte al precio y al servicio que brinda la empresa, y por otra parte el estudiar el terreno ganado ya en todo el mundo por Uber en relación al interés político.
Hay que tener en cuenta que en gran parte del mundo el concepto que se conoce como corrupción no es igual a como se conoce en Estados Unidos. Si bien la idea es la misma, la aplicación en donde se tiene en cuenta es mucho menor en el país donde se encuentran los mayores inversores de Uber. En EE.UU. no se ve mal, incluso a nivel legal, que alguien pueda beneficiarse o tener una ventaja competitiva gracias a su poder económico. Y más allá de si esto nos parece bien o mal, a la hora de invertir en una empresa hay que mirar el efecto de los datos y no las opiniones si queremos ser efectivos. Si analizamos casos de “lobby” que existen en otras empresas importantes de la bolsa de EE.UU. veremos que ese “grupo de presión” que utilizan muchas empresas para conseguir beneficios a través del poder político no suele repercutir negativamente en la imágen pública de las mismas. Por el contrario, parecen tomarse estas presiones políticas como una señal de fuerza por parte de las empresas, y los grandes inversores lo ven como un punto positivo. Podemos comprobarlo también en el caso de Uber, donde si miramos el gráfico de precios veremos que a pesar del muy mal momento de la empresa en cuanto a ganancias, ha tenido una subida considerable y bastante por encima del promedio general del mercado en estos días desde que se conoció la noticia.
A la hora de analizar el impacto de estas noticias sobre Uber, también hay que tener en cuenta el tipo de servicio que ofrece la empresa. No hay que confundir las promociones que la empresa realiza mostrando la comodidad de los traslados con lo que la empresa realmente ofrece, que la ubica bastante lejos de ser una empresa dedicada al transporte. Uber se encuentra en uno de los pocos rubros en los que la publicidad negativa o la mala imágen no son relevantes para la gran mayoría de sus clientes, y este rubro es el de las empresas que permiten ganar dinero de una u otra manera a las personas. El servicio se reduce a una comisión por vincular al vendedor con el cliente para un trabajo del que enteramente se encarga la persona, al igual que cualquier intermediario en otro rubro digital de ventas. Todos sabemos sobre las prácticas de Amazon $AMZN en diferentes campos ya que se han hecho públicas en múltiples ocasiones, pero a pesar de haber sido cuestionadas y generar una imágen pública negativa sobre la empresa, eso no impide que se posicione como la más utilizada a nivel mundial entre las plataformas de ventas. Ya que por sobre la imágen, las personas evalúan como más importante el hecho de que puedan tener un beneficio mediante sus ventas y un precio menor en sus compras en la plataforma.
A pesar de todo esto, creo que hay un punto más que juega a favor de Uber en este caso y es la actual situación política en Francia. Cómo siempre, todo análisis de inversiones requiere de una parte de análisis político ya que genera un contexto inevitable. Si bien Macron ha ganado las recientes elecciones, lleva mucho tiempo compitiendo de cerca con la candidata del partido conservador Marine LePen. Si nos remontamos a viejos teóricos de la ideología y estrategia política, desde hace cientos de años sabemos gracias a pensadores situados en campos ideológicos muy distintos tanto de izquierda como de derecha, que para el éxito político es necesario no alejarse tanto del enemigo. Como explican desde Maquiavelo hasta Gramsci entre otros, quien logre establecer un campo de disputa donde le sea posible incorporar o simular un interés por demandas del público del adversario conseguirá la aceptación de la mayoría.
Por lo tanto me resultó imposible no pensar en esto cuando leí la defensa de Macron y de sus funcionarios, ya que puede ser un parche para la imágen pública de Uber. Hay que tener en cuenta que la política europea no tiene contrastes tan altos a nivel ideológico como la que tenemos en Latinoamérica, y por lo tanto cualquier oportunidad tanto por parte de Macron como de Le Pen por acercarse a las ideas del público de su rival es aprovechado de inmediato ya que genera un rédito concreto en un contexto de un escenario electoral tan disputado. Macron, además de evitar asumir alguna irregularidad en los procesos, a diferencia de otros casos aquí utilizó los mismos argumentos que suelen utilizar sus rivales, ya que es consciente de que al mismo tiempo que evita cuestionamientos logrará acercarse al público ultraconservador que no ha conseguido incorporar a sus filas y se encuentran como “propiedad” de Le Pen. Lo cual para Uber es la mejor situación posible, ya que el público de opositores a Macron en su mayoría no cuestionan la llegada ni el lobby de la empresa en Francia, mientras que quienes sí podían hacerlo por convicciones de corte más ideológico, de seguir a su líder político tampoco lo harán. Y aún más importante es el antecedente que esta situación crea frente a otros países a la hora de proteger a la empresa en base a sus relaciones políticas.
Creo que el mal momento que atraviesa Europa, sumado a que gran parte de la sociedad y el espectro político no ve al lobby de multinacionales como un problema, llevará a que el tema no tenga grán repercusión en cuanto a controles o regulaciones sobre las presiones de Uber en otros países. Evidentemente y como comenté antes, mientras existan muchas personas que puedan ganar dinero utilizando la aplicación los cuestionamientos a nivel social para con la empresa serán prácticamente inexistentes. Pensando en problemas, sí veo un posible inconveniente a futuro en cuanto al cambio en la imágen de la empresa, y es su propio rendimiento. En este tipo de servicios las personas son ciegamente fieles solamente cuando hay un interés de por medio. Si los malos resultados de ganancias se mantienen y la empresa se ve en la necesidad de subir el precio de sus comisiones o continuar bajando los precios de los viajes, correrá el riesgo de provocar que la ganancia de sus clientes sea menor. Ese descontento puede llevar en un futuro a que estos casos de presión y sobornos políticos puedan resurgir públicamente si los choferes pierden su rentabilidad y se genera un descontento general. Pero por el momento creo que toda esta situación puede servirle a la empresa y resultar como positivo para frenar en algo su actual caída de precios de la acción debido a sus malos reportes de ganancia. Seguramente motivando a los inversores a invertir más capital en una acción que ha demostrado tener el poder suficiente como para influir en los estratos políticos más altos y cambiando las reglas de los países a su favor.
Christian Tuvi / Julio 2022
A partir de la salida de las informaciones que confirmaron el lobby de Uber en diferentes países de Europa, efectivamente la acción de la compañía dejó definitivamente atrás los mínimos de los $20 en que se encontraba en julio de 2022. Sin dudas, y al igual que sucede con muchas empresas en las que surgen casos similares, esto sirvió para generar confianza en el poder de la compañía y los inversores volcaron mayor capital a la acción. Creo que a menos que la empresa intente retomar proyectos como los de los coches autónomos, la imágen que ha dado frente a los inversores es de una empresa con capacidad de pelear por defender sus beneficios, incluso al margen de la ley de ser necesario. Los inversores no le han soltado la mano a la acción desde que se conoció la situación de presión e influencia política, a pesar de que el mercado general en este año no ha sido completamente alcista. Seguramente de no haber ocurrido este hecho excepcional, la empresa hubiera generado una rentabilidad mucho menor al 100% generado, algo mucho más acorde con el rendimiento general de acuerdo a sus resultados financieros para nada excelentes.
Acción de Uber desde la fecha de escrito el análisis en julio de 2022.